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Susi, el suricata que soñaba con las estrellas
En el corazón del cálido desierto, Susi, una joven suricata, solía mirar al cielo nocturno y soñar con las estrellas. Mientras todos dormían, ella imaginaba historias y aventuras en galaxias lejanas.
Un día, al compartir su sueño con sus amigos, Sofía, la serpiente, le dijo: "Las estrellas son hermosas, pero están muy lejos. ¿Por qué no disfrutas de lo que tienes aquí?". Pero Susi anhelaba algo más.
Por la noche, mientras Susi observaba las estrellas, un suave destello cayó del cielo, ¡era una estrella fugaz! Sin pensarlo, Susi hizo un deseo: "Quiero volar entre las estrellas".
Al día siguiente, al despertar, Susi notó que tenía alas brillantes y esponjosas. ¡Su deseo se había hecho realidad! Pero había un problema: sus nuevas alas no podían levantarla del suelo.
Samuel, el sabio escarabajo, vino en su ayuda. "Las alas son un regalo, pero debes aprender a usarlas", le dijo. Y, con paciencia, Samuel comenzó a enseñar a Susi a volar.
Días después, Susi pudo elevarse y surcar el cielo, pero no tan alto como las estrellas. Sin embargo, al volar sobre el desierto, vio paisajes y maravillas que nunca había imaginado.
Finalmente, Susi entendió las palabras de Sofía. Las estrellas eran hermosas, pero también lo era su hogar. Con agradecimiento en su corazón, Susi regresó con sus amigos, dispuesta a compartir sus nuevas aventuras y descubrimientos.
Desde entonces, cada noche, mientras todos dormían, Susi volaba bajo las estrellas, contenta con lo que tenía, pero siempre soñando con más.
Preguntas para "Susi, el suricata que soñaba con las estrellas"
Un día, al compartir su sueño con sus amigos, Sofía, la serpiente, le dijo: "Las estrellas son hermosas, pero están muy lejos. ¿Por qué no disfrutas de lo que tienes aquí?". Pero Susi anhelaba algo más.
Por la noche, mientras Susi observaba las estrellas, un suave destello cayó del cielo, ¡era una estrella fugaz! Sin pensarlo, Susi hizo un deseo: "Quiero volar entre las estrellas".
Al día siguiente, al despertar, Susi notó que tenía alas brillantes y esponjosas. ¡Su deseo se había hecho realidad! Pero había un problema: sus nuevas alas no podían levantarla del suelo.
Samuel, el sabio escarabajo, vino en su ayuda. "Las alas son un regalo, pero debes aprender a usarlas", le dijo. Y, con paciencia, Samuel comenzó a enseñar a Susi a volar.
Días después, Susi pudo elevarse y surcar el cielo, pero no tan alto como las estrellas. Sin embargo, al volar sobre el desierto, vio paisajes y maravillas que nunca había imaginado.
Finalmente, Susi entendió las palabras de Sofía. Las estrellas eran hermosas, pero también lo era su hogar. Con agradecimiento en su corazón, Susi regresó con sus amigos, dispuesta a compartir sus nuevas aventuras y descubrimientos.
Desde entonces, cada noche, mientras todos dormían, Susi volaba bajo las estrellas, contenta con lo que tenía, pero siempre soñando con más.
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