Juanito era un jaguar jovencito que vivía en una jungla llena de jirafas, jabalíes y jilgueros. Era conocido por ser el jaguar más juguetón de todo el lugar. ¡Jamás dejaba de jugar!

Un día, mientras saltaba de rama en rama jugando al escondite, escuchó un "¡Ji, ji, ji!" proveniente de un rincón oculto. Siguiendo el sonido, encontró a Jana, una jirafa que tocaba una jarana, un instrumento musical.

Jana le enseñó a Juanito a tocar algunas notas y juntos hicieron una melodía que sonaba "Jin, jin, jaran, jaran". El jolgorio atrajo a otros animales y pronto todos estaban bailando y jugando al ritmo de la música.

En medio de la diversión, un jabalí, llamado Joaquín, propuso hacer un juego de "juguemos en el jardín". Todos formaron un círculo y, mientras sonaba la jarana, se pasaban una pelota de junco diciendo: "¡Jala, jala, junco al centro y junco al final!"

Pero, ¡jujuju!, algo inesperado ocurrió. Cuando Juanito intentó coger la pelota, tropezó y cayó sobre un montón de hojas secas, provocando un sonido "¡Jushhh!" que hizo reír a todos.

Después de un día lleno de juegos y risas, Juanito y sus amigos se reunieron alrededor de una hoguera, comieron jugosos frutos y se contaron historias hasta quedarse juntitos y dormidos bajo la luna.

Desde aquel día, Juanito no sólo fue conocido por ser juguetón, sino también por su gran fiesta musical en la jungla, donde todos, grandes y pequeños, se juntaban para jugar y reír.

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